Baseri

La, la...(ok, ok en nepali...) ya estoy aqui!

Teneis que disculparme pero llevo un par de semanitas de infarto! La semana pasada subi a Baseri, un pueblecito de la montaña donde Tdhf tiene algunos proyectos, y Toni me pidió que buscara a los niños esponsorizados para hacerles unas fotos y repartir unos jerseys...¡Qué experiencia amigos! de momento ha sido la más intensa que he vivido con los niños nepalís. Niños que viven en una aldea alejada de todo, en la que el pueblo más cercano para poder comprar un cepillo de dientes está a 1 hora y media andando (doy fe...jejej) y que cada día se levantan al amanecer para ayudar a sus padres en el campo, recogiendo arroz, maiz o lo que toque en el momento, para más tarde ir al cole a intentar aprender cosas que todavía no estoy segura de si les servirán para algo la verdad...

Estuve allí 4 días con Lucia, una voluntaria que se quedará 2 meses a enseñar inglés, y es increible como desde el primer momento agradecen una caricia, un beso o una simple sonrisa. Van descalzos, o con chanclas, con ropas mil veces heredadas, sucios, y la sonrisa raramente se borra de sus labios. En Baseri, vas caminando y TODO el mundo te invita a entrar en su casa, todos quieren que te tomes un te, que vengas a comer mañana , o que te sientes un ratito y le hagas unas fotos, que les encantan.

Una mañana fuimos a desayunar Dhal Bhat a casa de Pravati, una de las mujeres del pueblo que nos recibió como a reinas y nos preparó un plato enorme de arroz a las 8 de la mañana...jejej Su casa está construida directamente sobre la tierra, pero a pesar de eso ella la mantiene limpísima y da gusto encontrar algo asi en este país. El susto llegó cuando descubrí el secreto de aquella limpieza...nada más terminar de comer, alli estábamos Lucía y yo sentaditas, cuando de repente Pravati coge un poco de MIERDA DE BÚFALO y se pone a restregarla muy afanosa por el suelo...Juro que no daba crédio a lo que veían mis ojos...me entraba la risa pero tenía que contenerla, y de la impresión que tenía en el cuerpo, ni siquiera hice fotos del momento en cuestión...jjajajjaaj

Y bueno, de vuelta a Kathmandu ha empezado el trabajo de nuevo con Namasteong. Estamos preparando el nuevo orfanato y vamos de un lado a otro comprando platos, colchones, vasos, edredones, alfombras...cada cosa en un sitio y cada vez una negociación eterna, un té y lo que se tercie. También tenemos un par de voluntarios, Isidro y Gaspar, dos tipos geniales, de los que os hablaré otro día, pero estoy haciendo un poco de cicerone, y eso me quita más tiempo todavía... Ah! y tengo casa nueva! me mudo el sábado,ya os enseñaré fotitos!!!

Millones de besos