viernes, 19 de noviembre de 2010

Bhagawati

Han terminado las fiestas en Nepal y de nuevo la rutina vuelve al Barrio 18, y las viudas no son menos. Terminaron los festivales y los días de asueto, y hay que volver a trabajar para seguir adelante. Este mes hemos visitado a Bhagawati Thapa, y por primera vez desde hace tiempo hemos tenido la oportunidad de conocer una historia de amor en el barrio.
Cuando hablamos de mujeres viudas en Nepal, la mayoría de las veces imaginamos que detrás hay una historia dura, ya que el machismo domina la tradición y casi siempre que hablamos con ellas nos encontramos con que una vez han enviudado, los sentimientos contradictorios les invaden: por un lado el alivio al fin de una etapa, muchas veces con penurias y malos tratos de por medio, o, en el caso de no haber malos tratos, con gran dejadez por parte del marido y falta de responsabilidad con respecto a la familia; y por otro lado la pena y la preocupación al pasar de ser una mujer casada a una mujer viuda, con la pérdida de respeto social que eso supone. Pero a veces pasa que conocemos a una mujer que al hablar de su marido sólo tiene palabras buenas y recuerdos bonitos, y cuando esto ocurre recuperamos la esperanza pensando que no siempre ha de ser igual, que hay muchas mujeres en Nepal que han disfrutado de una buena vida, que han sido felices en su matrimonio, y que siempre tendrán un buen recuerdo de aquello, que les da fuerza para seguir adelante y brindar cada día al esposo perdido como muestra de agradecimiento, lealtad y amor.
Este es el caso de Bhagawati Thapa, la protagonista de nuestra historia este mes, una mujer joven, de tan sólo cuarenta años, madre de tres hijos, y viuda desde hace diez. Bhagawati, la mayor de tres hermanas, nació con un problema en su ojo derecho, y sus padres vivieron preocupados todo a su infancia pensando que nunca encontrarían un marido para ella, que la ceguera de su hija haría de ella una pobre mujer solitaria sin ningún futuro.
Pero cuando Bhagawati contaba con dieciocho años, la fortuna llamó a su puerta: su tío había conocido a una familia del pueblo vecino que tenía un hijo con problemas de visión también, y quizá sería una buena pareja para ella. Las familias se pusieron de acuerdo y es así como unos meses más tarde, nuestra amiga empezaba una nueva vida con su marido: Madan Thapa. Él era un hombre apuesto, alto y delgado, y desde el primer momento que lo vio, ella supo que se enamoraría de él. Durante un tiempo vivieron con la familia, pero la relación de Bhagawati con su familia política no era muy buena, así que un día decidieron venir juntos a Katmandú para iniciar una nueva vida juntos y disfrutar de su amor sin intromisiones de nadie.
Así vivieron durante casi dos años, una pareja joven y trabajadora, él, de conserje en un hospital, y ella con un pequeño puesto de verduras en el mercado central, trabajos que les servían para vivir decentemente. Tras dos años de matrimonio, Bhagawati quedó embarazada y tuvieron a su primera hija Shrijana, unos años después vino un niño, Surya, y después llegaría el tercero, Sunam. Juntos formaban una gran familia. Como ambos trabajaban mucho y la situación económica tampoco era demasiado buena, no hacían grandes excesos como ir al cine, o salir demasiado, pero a Bhagawati se le ilumina la cara cuando le preguntamos por los mejores recuerdos de su marido. Nos dice que era un gran hombre, humilde y trabajador, cariñoso con los niños y con ella.
Cada primero de mes cuando cobraba su salario, lo traía a casa y dejaba que fuera ella quien administrara la casa, pero algo se guardaba para poder darles una sorpresa de vez en cuando, algo de fruta para los niños, o un collar para su mujer o lo mejor de todo: cuando tenían alguna discusión matrimonial, él compraba algo de carne y la cocinaba para Bhagawati, así se acababa rápidamente el enfado.
Esa fue su vida durante los doce años que duró la convivencia, pero un día Madan enfermó y nadie supo encontrar la razón. Estuvo ingresado en el hospital unas cuantas semanas con altas fiebres, pero sin encontrar la causa de la enfermedad los médicos no pudieron hacer nada por él y murió.
Los primeros años fueron muy duros para Bhagawati, el hueco que había dejado su marido era demasiado grande y el simple hecho de pensar en él hacía que se le saltaran las lágrimas, pero poco a poco y con el apoyo de sus hijos, ella ha podido seguir adelante y hacer frente a cada problema con valentía y coraje. Hace nueve meses, tras varios problemas médicos con su hijo pequeño, Bhagawati pasaba por grandes dificultades económicas, así que una de sus amigas del barrio le sugirió que se acercara a Kumari House, que parecía que la gente de la fundación estaba ayudando a las mujeres viudas…
Desde entonces la vida de esta mujer y sus tres hijos ha mejorado mucho. Ya tienen cocina de gas, olla a presión, un armario, mantas, colchones etc. Para hacer de su casa un lugar acogedor al que volver cada día después de levantarse de madrugada para vender sus verduras en el mercado. Sus hijos son un gran apoyo para ella, y los dos mayores ya han encontrado pequeños trabajos con los que ayudar a su madre, y poco a poco con la aportación de todos los miembros de la familia, van saliendo del bache económico que les hizo pasar de ser una familia humilde a ser una familia muy pobre.


Bhagawati además acude cada día a estudiar nepalí con las mujeres del barrio y se siente orgullosa de poder decir que está aprendiendo, que su mente todavía funciona y que algún día será capaz de leer el periódico entero.
Esperamos que así sea, y desde Tdhf seguiremos apoyándola a ella y al resto de las viudas del barrio gracias a Namaskar y sus socios, que confían en nosotros para llevar a cabo esta labor.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Aquí sigo

Ya ha pasado un año...

En tres días hará un año desde aquel día en que me subí al avión, rumbo a Katmandú, sin tener ni idea de lo que me esperaba aquí...

Desde entonces...pufff! han pasado millones de cosas y he conocido a personas increibles, amables, tolerantes, y con ese saber estar que sólo en Nepal he conocido. Los nepalís tienen algo especial, su sonrisa, su mirada, sus gestos, sus palabras... algo que me atrapó desde aquel primer día en que conocí a Rajesh, y me abrió las puertas de su casa y de su familia, y después Toni y Maya, Paloma, Nabin, Machkyas y compañía; o todos y cada uno de los personajes de Katmandú que han ido entrando en mi vida poco a poco...es imposible enumerarlos a todos (más aún teniendo en cuenta que de muchos no sé el nombre y nos comunicamos con el tradicional Dai o Didi, que sirve para todos). Luego llegó Edu, Patricia, la "spanish family", Joli, Tati y Raúl...que forman parte de los que vienen y van, y de los que tanto he aprendido, y con los que tantísimos buenos momentos he compartido. Y hace unos meses empezaron mis clases de nepalí, y allí conocí a Marta, mi nueva "inseparable" que también hace que en el día a día se añore menos España.

Pero hay un grupo de personitas sin las que esta experiencia hubiera sido definitivamente distinta: mis niñas... Muskan, Roja, Kabita, Asmita, Ishu, Susmita, Sumitra... y el largo etc. que forma la gran familia de Kumari House. Si en algún momento me encuentro algo triste o baja de energía, no tengo más que acercarme a pasar un rato con ellas, y todo se olvida. Su ilusión y ganas de vivir, la alegría que desprenden en cada cosa que hacen, en cada abrazo y beso que me regalan cada día, hacen que me haya hecho adicta a su mundo...

Y por ellas va el post de hoy, porque son lo mejor del mundo y se merecen que todos nosotros hagamos algo por ellas. Porque son el alma de la fundación, y el motor para que todo el equipo de TDHF siga adelante. Por eso os ruego a todos que os deis una vuelta por la web (aquí ) y penséis si hay alguna manera en la que podáis apoyar alguno de los proyectos...pero no sin antes echar un vistazo al pequeño homenaje que he preparado para ellas...

¡Ahí va!

Os quiero

lunes, 2 de agosto de 2010

La Casa de las Viudas

Los libros sagrados del hinduismo dicen que la mujer desde el momento en que se produce el matrimonio, pasa a ser propiedad de su marido. Antiguamente, cuando el hombre moría, su esposa estaba condenada también a la muerte y era incinerada al mismo tiempo que su difunto esposo. Era una forma de castigar a la mujer, que inmediatamente era juzgada por familia y sociedad como mala esposa y causante de mala suerte. Con el tiempo, la tradición y las leyes dieron un paso adelante y este castigo de fuego y muerte, fue cambiado por otro tipo de condena, la muerte en vida.
En India y en Nepal, una viuda pierde en el momento de la defunción del hombre, cualquier tipo de estatus social que pudiera tener anteriormente. Y al desaparecer el “propietario” pasa a ser una pertenencia más de su familia política: de sus suegros, sus cuñados y demás. En muchas ocasiones, cuando hablamos de familias de baja condición social y económica, estas mujeres se convierten única y exclusivamente en un problema y una boca más que alimentar, (o dos, o más, dependiendo del número de hijos que tenga) y son abandonadas teniendo que empezar de cero para poder seguir adelante, y sacar a flote a sus hijos con ellas.
Es por esto que el equipo de Tdhf decidió que ellas, las viudas, merecían una atención especial, había que ayudarlas por encima de todo y conseguir devolverles la dignidad y la ilusión perdidas. Gracias a Namaskar, el proyecto de ayuda a las viudas del Barrio 18 sigue delante y desde Tdhf cada día somos testigos de cómo crecen las ilusiones de estas mujeres castigadas, de algún modo, por la vida y una tradición ancestral.
Hoy os presento a Sova Khatri, una mujer de 31 años con dos hijos, vecina del barrio desde hace 6, y a la que la condición de viuda le ha cambiado la vida por completo.
Sova tenía 18 años la primera vez que vino a Katmandú desde su pueblo, Sindupal, a vivir con su hermana mayor. Después de un año haciéndose cargo de ella, su hermana decidió buscar un marido para Sova, pues ya tenía 19 años y había llegado el momento de casarse. Fue así, como a través de una vecina del barrio, Raju Khatri apareció en su vida. Aquella vecina les aseguró a ella y a su hermana que Raju era un buen hombre, trabajador y honesto, así que Sova empezó su nueva vida cargada de ilusión y esperanza, con muchas ganas de tener su propia familia.
Tras la boda, la pareja se mudó al pueblo de él para vivir con su familia. Pero inmediatamente Sova empezó a darse cuenta de que aquel hombre que ya era su marido para siempre, no era tan bueno, ni tan honesto como le habían prometido. Raju era alcohólico, y nunca se ocupó de ella de la manera apropiada. Tras el nacimiento de su segundo hijo, Raju volvió a Katmandú en busca de un trabajo, pero su ayuda nunca llegó al pueblo, así que Sova cogió a sus dos pequeños y se trasladó también a la ciudad para ver si así podía dar a sus hijos una vida digna.
Raju jamás tuvo un trabajo ni se preocupó por su familia, así que Sova trabajaba como asistenta del hogar y cuidaba de sus hijos como podía. Y aquello que parecía una mala vida se convirtió en infierno cuando Raju empezó a maltratarla a ella y a sus hijos. Cuando la violencia se instaló en su hogar, Sova no pudo más y comenzó a pedir ayuda, y fue así como conoció Kumari House y la fundación. Esto fue hace cinco años y en aquel momento comenzó a recibir ayuda para sus hijos, ambos fueron esponsorizados y escolarizados, lo que le daba a Sova un pequeño respiro ya que la salud de su marido comenzó a resentirse, con muchos problemas de riñón y de hígado, derivados del alto consumo de alcohol, que convirtieron las idas y venidas al hospital en una rutina más de esta mujer luchadora y valiente.

Y hace dos años y medio, Raju murió. Y la vida de Sova sufrió un cambio radical. Como ella bien explica, la condición de viuda para ella tiene dos caras: por un lado, dentro de casa, se siente más tranquila, más fuerte, ya no hay palizas, ni vejaciones, y todo el dinero que gana trabajando lo puede invertir en ella y en sus hijos; pero por otro, el hecho de ser una mujer sola, de cara a la sociedad, le pone las cosas muy difíciles. De puertas para afuera, no tiene a nadie que la proteja, y esto hace que carezca del “respeto social”, que en una sociedad como esta es tan importante.

Aún así, Sova es fuerte y sigue adelante por ella y por sus hijos. Ahora mismo trabaja limpiando dos casas diferentes y sus hijos Prasant, de 10 años, y Sagar, de 8, la ayudan mucho. Ambos son buenos estudiantes, y cuando su madre está muy cansada, o ha de salir muy pronto de casa para trabajar, ellos mismos se preparan la comida y limpian la pequeña habitación en la que viven. Están muy orgullosos de su madre, que ahora acude a clases de inglés, con la esperanza de que hablar este idioma le abrirá las puertas para un trabajo mejor, o simplemente le ayudará a comprender mejor a los médicos cuando va al hospital y le recetan alguna medicina.
Gracias a la ayuda de la fundación, Sova recibe un saco de arroz mensual y doce puntos, que son 1200 rupias (unos 12€) para comprar comida. Ya tiene una cocina de gas, una olla a presión, una cama digna, y algunos complementos del hogar como manta, armario y demás, que le dan a su pequeña habitación un aire diferente. Esto y la certeza de saberse dueña de su vida, hacen que su mirada cambie cuando hablamos del futuro y le proponemos que nos enseñe algo de lo que va aprendiendo en las clases…

Con una gran sonrisa desde lo alto de la escalera nos dice: ”Todavía no se mucho, pero la próxima vez que vengáis, nada de nepalí, os contaré lo mismo, ¡pero en inglés!”
Trato hecho Sova, te deseo toda la suerte del mundo!





sábado, 10 de julio de 2010

Nepal, tierra de hippies

Nepal en su día fue tierra de hippies (de los de verdad, no de los que merodean ahora por aqui, que se dejan crecer la barba y andan descalzos por las asquerosas calles de Kathmandu, no sé muy bien por qué, debe ser muy cool...) y éstos llegaban, acampaban donde fuera y luego no había forma de moverlos. Así que el gobierno, o el rey (que ya no está) o no sé quién decidió limitar los visados a 150 días para así evitar a los "costrillas" foráneos, que con los suyos ya tienen suficiente. El caso es que para poder quedarme unos meses más por aquí debía hacer algo para conseguir un visado más largo. Opciones:
- Visado de negocios: no hay forma, tienes que invertir un pastón en el país, pastón que yo no tengo...
- Visado de estudiante: te matriculas en una universidad a estudiar algo y te van dando visados en función de tus notas y tu asistencia
- Matrimonio con un nepalí
Mamá, papá, si leéis esto, no os muráis del infarto...jejej he elegido la segunda opción, y puesto que la cosa no va sólo de estudiar sino de aprender algo, me he matriculado en clases de nepalí, que me hará la vida mucho más fácil aquí.Si, sí, casi todo el mundo habla inglés aquí, pero el trato que recibe un extranjero cambia si chapurrea unas palabrillas en su idioma...en las tiendas, en los taxis, en los restaurantes...incluso con los mendigos y los niños del pegamento. Si hablas nepalí, te respetan, les hace gracia, y les encanta que hagas el esfuerzo de hablar su idioma...así que los precios bajan, la calidad del servicio sube, y los mendigos se van a la primera que les dices que no les vas a dar dinero. Por supuesto esto no es una fórmula mágica, pero os aseguro que desde que chapurreo unas palabrillas cuando me subo a un taxi, parece que los taxímetros hasta funcionan!!!si no, nada de taxímetro, precio fijo, que siempre es mucho más de lo que marca la maquinita.
El día 16 empiezan mis clases: de lunes a viernes, de 11h a 13h, siempre y cuando el domingo me den la carta de aprobación del ministerio para poder tramitar el visado, de otra manera, tendría que organizar una boda express antes del día 15!!y me da mucha pereza, no tengo ni saari!jajja
Ayer llegó Paty, una amiga de mi hermano que viene a hacer algo de voluntaria y se quedará hasta septiembre, es una valiente la tía, ha sido dicho y hecho!!Y en su maleta, para los que no teneis facebook, y no hayáis leido los comentarios de mamá en mi muro...(jejejej) venían unas bandejitas de boquerones en vinagre, jamoncito, lomo, chorizo, COLACAO (ahora mismo me estoy tomando el primero...), unos polvos bronceadores y corrector de ojeras (aquí lo del moreno no se lleva, todas quieren blanquearse al estilo Michael Jackson), un reloj y una camiseta que reza algo así como "Yo estoy con LA ROJA!" que por supuesto vestiré mañana, día de la gran FINAL!!!
Mientras, la vida sigue en Kathmandu. Parece que el monzón por fin asoma la cabecita, y empieza a llover, poco a poco, nada realmente importante, pero las temperaturas bajan y parece que la gente en el campo recupera la esperanza de no perder la cosecha de arroz. Las niñas de Kumary House cada día están más mayores y más espabiladas, y yo las quiero más y más...Toni, concentrado en su salud para no dejar que la diabetes le venza, y el tío lo consigue, el primer objetivo era bajar peso y a base de dieta y de grandes paseos que nos damos cada día, ya ha bajado 12 kilos! Y yo sigo con mis fotos y mis textos para los boletines de la fundación. Es el trabajo que más me gusta, visitar a la gente en sus casas, hacerles fotos, y luego escribir sobre ello, es un regalo!
Y poco más amigos, como veis todo sigue de maravilla en la cima del mundo, y ahora que tengo una nueva invitada me toca hacer un poco de turismo, que en el fondo me encanta!así que os dejo.
Muchos besos a todos
Os quiero
PD. No os había enseñado mi cuarto no?aquí os dejo un par de fotillos


lunes, 21 de junio de 2010

Bisal

Bisal nació hace 6 años en Ramechhap, en la región de Janakpur, área central de Nepal, y por esas cosas que tiene el destino, su madre, Putali, murió en el parto. Su padre, Changba, no pudo superar la muerte de su esposa, y la tristeza y la fuerza de las supersticiones hicieron que quisiera acabar con la vida del menor de sus 10 hijos. Pero algunos familiares se hicieron cargo del bebé y cuando Bisal contaba con tan sólo 17 días, cayó en los brazos de una tía lejana, Pampha Tamang, la que sería desde entonces y para siempre, su madre.
Pampha y su marido viven en el Barrio 18 de Katmandú, aunque él hace unos tres años que se marchó a Arabia Saudí y, una llamada telefónica y mucho tiempo después, nadie sabe dónde está. El trabajo y el dinero prometido nunca llegaron así que Pampha lucha por salir adelante como puede, luchando por ella y por su hijo, Bisal.
Ambos forman parte del proyecto de Tdhf de ayuda al barrio, ella, dentro del proyecto de alfabetización de mujeres, y él es uno más de los 26 niños que cada tarde acuden al Open Center, a hacer sus deberes y compartir ilusiones con las profesoras y el resto de los niños.
Cuando hablamos del Open Center se le ilumina la cara y nos cuenta lo que hace allí cada tarde: los deberes, pintan, dibujan, a veces ven una peli, y otras, meriendan o reciben algo de aceite, lentejas y demás para llevar a casa. Su mirada desprende orgullo cuando cuenta cómo hay días en los que la bolsa que le dan allí pesa tanto que le cuesta traerla a casa, pero siempre lo consigue.
No se pierde ni un día en el centro, al que acude después del colegio, y la lista de amigos que allí tiene es interminable, cuando empieza a enumerarlos, parece que no va a terminar nunca. Cuando le toca elegir una profesora, es distinto, no lo tiene tan claro, así que al final decidimos que todas le gustan por igual: mucho.
Hace unos seis meses que Bisal y Pampha entraron a formar parte de la gran familia de Tdhf, y a pesar de las desavenencias y la dureza de la vida de ambos, sus gestos y su actitud son de alegría y esperanza. Sobre el regazo de su orgullosa madre, Bisal nos cuenta que le gusta estudiar, y que de mayor quiere ser médico…
“¿Por qué médico Bisal?”
“No sé, para ayudar a la gente”.
Una ilusión más del Barrio 18 de Katmandú.

viernes, 4 de junio de 2010

Vuelta a casa...

Tengo un amiga que escribe, que escribe muy bien, y cada vez que buceo por su blog, sus palabras me atrapan y hacen que me sienta pequeñita pequeñita...y la echo de menos. Hemos compartido tantas horas, tantas palabras, tantos sentimientos y risas, que imaginarla sentada frente al ordenador escribiendo como los ángeles me hace sentir una terrible añoranza por los días pasados juntas. Te echo de menos amiga.
En realidad os echo de menos a todos, pero cada día hay alguien a quien añoro especialmente, y hoy es ella. Después del bache aparecieron estos miles de kilómetros de distancia, que no hacen más que reafirmar algo que en fondo sabíamos no?espro formar parte de esa lista de imprescindibles, aunque sea en el ciberespacio.
Estoy de vuelta a Kathmadu, y con cada día que pasa el recuerdo de India se vuelve más suave, el calor, la scedad y los indios en general dejan paso a la maravilla de sus templos y palacios, ese aire tan especial que tiene un país de contrastes. Contrastes tan brutales como un moderno centro omercial plagado de franquicias internacionales y con un aire acondicionado capaz de matar a un esquimal, con cientos de ricksaws apostados en la puerta pasando calor y dejándose la vida en cada trayecto con el único fin de conseguir las rupias suficientes para poder llevarse algo a la boca por la noche. Indias obesas cargadas de joyas, luciendo carísimos saris para presenciar la ofrenda diaria al rio sagrado, el Ganges, y decenas de minúsculos niños malvestidos rondando para venderte una pegatina o una postal sucia. Eso es India, un pais asomando la cabeza en el club de las potencias mundiales, mientras millones de personas se matan por conseguir un plato de arroz mentras viven y duermen en la calle.
Andar por la calle llegó a convertirse en una aventura, los hombres mirando y desnudándote con la mirada, buscando cualquier excusa para rozarte o tocarte, directamente!regateando hasta la última rupia para no sentirte más estúpida de lo normal; el servicio de habitaciones llamando por la noche a ver si quieres algo (qué respuesta esperan???"quiero una noche de sexo desenfrenado"????), o apareciendo varias veces por la mañana en la puertade la habitación para preguntar si quiees agua o café... o lo que sea (creo que de nuevo esperando que abras la puerta desnuda o algo así....jejejej)
Pero ahora pasn los días en mi añorado Kathmandu, y los malos recuerdos se convierten en anécdotas divertidas, cada vez que me recuerdo gritando en la calle en Delhi, me parto yo sola...jajaja
La vuelta fue accidentada, huelga en Indian Airlines, asi que cancelado el vuelo de Varanasi a Kathmandu. Segunda opción??pasar una noche en Delhi y volar desde allí, y...a que no sabeis qué???el vuelo se retrasó 8 horas. Así que allí estaba yo de nuevo en mi aeropuerto favorito, a medio camino entre el sueño y la congelación, espeando, esperando, esperando...y tratando de evitar los mostradores de Jet Airways a ver si el loco de las flores iba a aparecer otra vez y montando otra escena de amor profundo...jejej
En fin!da gusto volver a casa, y ahora parece que mi estancia en Kathmandu se alarga...seis meses más. Voy a estudiar nepali y a seguir con mis cositas, espero que ahora os vayais decidiendo a daros una vuelta por Nepal, os asguro, una vez más, que merece la pena, no perdáis la oportunidad!!!
os quiero, como siempre










martes, 18 de mayo de 2010

Incredible India...


Ademas de verdad...

Llevo aqui 10 dias y me ha pasado de todo...no os podeis imaginar!!Viajo con Edu, un catalan que conoci en Kathmandu, y hemos llegado a la conclusion de que el hecho de que mi madre me eche tanto de menos y me quiera de vuelta en casa, nos esta gafando el viaje...jejeje(mama, no me eches tanto de menos y ven a verme!!!)

La primera parada la hicimos en Puri, un maravilloso pueblecito del estado de Orissa, con una playa espectacular y una gente encantadora. El calor era agobiante, pero pudimos resistirlo!un dia alquilamos unas motos para hacer una excursion al Templo del Sol en Konark, a 32 kilometros de Puri. Fue un dia espectacular, la carretera estaba preciosa con todos los arboles en flor a mi izquierda y las inmesnas y deserticas playas a la derecha...un paraiso, de veras!El Templo del sol esta alli en medio, grandioso, con sus esculturas y sus millones de turistas indios como hormiguitas inundandolo todo...A la vuelta paramos en una de las playas y nos lo pasamos como enanos recogiendo esqueletos de tortuga, asustando a los cangrejos y disfrutando de este pequegno rincon del mundo.

Tambien descubri que Puri es la segunda ciudad mas santa de la India, despues de Varanasi, pero muy alejada de la tipica ruta turistica, por lo que no hay demasiado guiri, pero si millones y millones, y cuando digo millones no exagero...de indios que acuden a visitar del templo de Jaghanath, que es negro, y que viene a ser una de las multiples representaciones de Lord Krishna. El templo es increible, pero los "no hindues" no podemos entrar, asi que tuve que conformarme con observar los alrededores, que tampoco esta mal...

Tras 6 dias en Puri, pusimos rumbo a Delhi, esa ciudad...Si echais la vista atras en el blog, vereis que mis experiencias en su aeopuerto nunca fueron buenas...bien pues, en la ciudad...TAMPOCO. Con 44 grados a la sombra, teniamos que hacer varios recados que Edu tenia pendientes por aqui, asi que empezamos la "ruta del shopping", que no esta nada mal, pero es agotadora...Despues de dos dias persiguiendo a unos tipos que tenian que haber enviado unas alfombras a Kathmandu (pero que nunca lo hicieron), en una tienda en la que no hablaban ingles, acabamos con una bronca de narices, porque no nos querian devolver un dinero que nos tenian que dar, y cuando ya lo habiamos dado por perdido, y ya nos marchabamos de la tienda (cargando las alfombras de marras...) fuimos atacados por el personal de la tienda, porque les amenazamos con ir a la policia, entonces se asustaron y ya no nos querian dejar marchar, asi que hubo un forcejeo y acabamos Edu y yo en la calle gritando "HELP! HELP! POLICE POLICE!!"...Imaginaros el cuadro...jajaja me entra la risa solo de pensarlo, pero aquellos tipos eran unos chorizos y nos habian estado mareando durante 2 dias yendo viniendo y demas...asi que no podiamos permitir, que encima intentaran retenernos a la fuerza y nos pusimos en el papel de victimas...y he de deciros que nos salio de maravilla...

En India hay mucho chorizo, en cuanto te ven la piel blanca se creen que eres millonario, ademas de tonto, e intentan sacarta hata la ultmia rupia que pueden. Pero si hay algo que les horroriza, son los escandalos, asi que cuando quieres conseguir algo has de montar el pollo, y solo por evitarse la verguenza, te daran lo tuyo y se olvidaran de robarte.

Y asi lo hicimos, yo gritaba: en esta tienda pegan a las mujeres!!! ayuda!! ayuda!!! y se organizo la de San Quintin, en una de las calles mas comerciales y transitadas de Delhi. La gente se arremolino a nuestro alrededor dandonos el numero de la policia y coreando con nosotros en voz alta "POLICE! POLICE!", ahora me rio, pero en ese momento...Finalmente la policia aparecio, y despues de 2 horas alli, conseguimos que nos devolvieran el dinero que nos debian, y las alfombras. La poli nos paro un taxi y volvimos triunfantes (aunque agotados) a nuestro hotel!

Aunque segun va pasando el tiempo, la situacion me hace mas gracia, esta anecdota con las pequegnitas que ocurren cada dia, peleando hasta la ultima rupia en cada sitio al que vas...hace que los indios no me gusten demasiado. Aqui hay 46 grados a la sombra, y pelearse, regatear y demas se convierte en una lucha de titanes...

Hace un par de dias llegamos a Jaipur, tierra de plateros, en el estado de Rajastan, donde todavia hace mas calor...pero parece que aqui reina la calma y todavia no nos ha pasado nada raro...ayer visitamos unos de los multiples palacios de la zona y ejercimos de turistas puros y duros, con audio-guia y todo!!la verdad es que es increible ver de primera mano como vivian los maharajas, que lujo!!!en todo!!! Por la noche decidimos escapar del sofocante calor yendo a ver el ultimo superhit de Bollywood "Housefull"...un horror de pelicula, o eso creo, porque a la mitad me deje llevar por la seduccion de morfeo me quede frita...jejejej

En fin, queridos todos, siento haber estado tan ausente y que este regreso no rebose calidad, pero os prometo que con este calor es dificilisimo pensar y esta falta de tecnologias no ayuda en absoluto...

os voy contando, os quiero!!


Disculpad la ortografia, pero no es posible poner tildes ni egnes ni nada, y para teclear casi me hace falta un martillo...

lunes, 22 de marzo de 2010

Pasta con atún y algunas cosas más…

Hace unos días que estrené mi flamante bombona de butano y la cocina que Toni me ha dado. Por fin puedo cocinar en mi casita! El único problema que tengo es que estoy siempre fuera y el siguiente paso es comprar comida fresca, pero aquí no hay nevera (haberlas hay las…como las meigas, pero con menos de 12 horas de electricidad al día, mal negocio!)así que muchas de las cosas para comer hay que comprarlas al día, y como nunca sé a qué hora volveré, todavía no me organizo!Así que para estrenar mi cocina me decidí por un poco de pasta con atún y tomate…mmmmmmm….delicioso!se me hacía la boca agua sólo con ver el agua hirviendo…y cuando fui a abrir el atún….error de novata, no tenía abrelatas!!!jajajja. Menos mal que mis vecinos no me odian y me ayudaron a resolver el problema! Disfruté muchísimo de mi primera comida en solitario, de verdad! De momento solo he vuelto a usarla para el café con leche (en polvo, claro) pero cuando haga la primera tortilla de patatas ya os contaré qué tal la experiencia!
Por otro lado…mis clases de inglés se han paralizado, a las mujeres les resulta muy duro, así que nos hemos quedado en “Hello, how are you?” jajajja, y les vamos a dar un mesecito más para que cojan confianza con las letras, que acaban de aprender, ya veremos qué ocurre!Mientras voy a dar algunas clases de refuerzo a las chicas de la fundación y a seguir echando un cable en el proyecto Barrio, que empieza un nuevo curso y hay que hacer un seguimiento y una ficha de cada alumna y su familia.
El sábado pasado estuve en el zoo con los hijos de Sarita y Parvati, las dos mujeres que trabajan en Kumari House haciendo inciensos y buthis. Fue una bonita experiencia, y pude ver hasta 2 tigres!!Me lo esperaba un poco más cutre, pero para que os hagáis una idea es una mezcla de nuestro zoo, nuestro lago del Retiro y una feria cualquiera de pueblo! Hasta me subí en una atracción que parecía estar a punto de caerse todo el rato, pero fue divertido. Los niños se lo pasaron en grande, y solamente ver sus caras de ilusión, merece la pena.
Y esta semana, me ha pasado algo…algo…que no me habría imaginado nunca, ilusa de mí estando en Nepal y todo el día con niños…TENGO PIOJOS…jajjaja. Llevaba unos cuantos días intentando convencerme a mí misma de que sería cosa del agua, o del champú…hasta que hace unos 4 o 5 días le pedí a Gita, en Kumari House, que echara un ojo…y gritó: Derei jumra chha Pati!!!que viene a ser “Tienes un montón de piojos Pati!!!” nos entró a las dos un ataque de risa y ahora estoy con el “tratamiento”…de hecho os escribo con una bolsa de plástico en la cabeza, y el pelo empapado de vinagre, a ver si acabo con ellos!!!
Mañana salgo para Bandipur, un pequeño pueblo entre Kathmandu y Pokhara, que es por lo visto un auténtico remanso de paz…y muy bonito. Pasaré allí unos 3 o 4 días, ahora tengo tiempo, y tengo que aprovechar para conocer más cosas de este maravilloso país que se ha convertido en mi casa. Ya os contaré!
Os dejo unas fotos del Zoo
Bibek, Bipul, Parash, Pashrika y Bindu

Un leopardo muy muy vago...

Me encontráis??jajaj

El asombroso tigre de Bengala paseando mientras su esposa se relajaba en "la piscina"...

La pobre elefanta de los paseos...

"El pulpo" nepalí...y yo pensaba...¿qué estoy haciendo aquí subida...?

Parash y yo alimentando a un cervatillo

Las chicas, ensimismadas con algún bicho

miércoles, 10 de marzo de 2010

Modem USB y el paraíso

Namaste!!
Inauguro hoy este post con la buena noticia de que por fin tengo un modem USB para poder conectarme "everywhere"....eso si, en nepalí time, cómo no!!!Lo compré hace un mes y hasta hoy no he conseguido instalarlo correctamente...y la velocidad...pues bueno, con la tranquilidad propia del lugar...jajaj Ya me he mudado a mi nueva casa, que todavía está vacía, pero ya estoy viviendo allí, tengo moquetas nuevas, cama y una cocina, solo me queda comprar la bombona de gas, y platos, vasos, una sartén...en fin!!poco a poco, pero muy feliz!!
También he tenido una perrita, Kanchi, pero tristemente me la he tenido que llevar de casa...la encontré en la calle, fue una especie de amor a primera vista, me siguió una mañana mientras me dirigía a hacer la limpieza de mi piso, y ya no se separó de mi...le puse Kanchi, que significa la pequeña de la familia, y tanto tanto me quiere que es imposible dejarla sola en casa, empieza a llorar según cierro la puerta y no para hasta que vuelvo...y aunque esto es Nepal y la puedes llevar a casi todas partes, por las noches no es tan fácil, y otra cosa no, pero ya sabéis que a mí la noche...me gusta! así que se me ocurrió pedirle a Toni que la acogiera en Kumari House, ya que es muy cariñosa con las niñas y muy tranquila, y además, en esta casa siempre hay gente, nunca se va a sentir sola...y después de un día de prueba, Toni la adora, no cabía otra posibilidad!!!Así que ahora tengo una perrita a medias, viviendo en kumari House...el paraíso...
Si señores, si no tenéis idea de cómo puede ser el paraíso os recomiendo que cojáis un avión y vengáis a conocer este lugar...siempre os he hablado de Kumari, de Toni, de las niñas...pero las 2 semanas que he pasado viviendo allí con ellas, mientras Toni estaba en India, han sido maravillosas...es inexplicable lo que siento cuando abro la valla y al instante un montón de vocecitas se asoman a la ventana para gritar "Namaste Pati!" o cada mañana, a las 7.00am. Entrar en la cocina y escuchar su "good morning Pati!", sus besos, sus abrazos, los peinados horribles y dolorosos que me hacen cada vez que tienen oportunidad, las buenas noches, los ratos mirando cómo se preparan para ir al cole, las tardes haciendo los deberes, o bailando, o mirando fotos..., cualquier momento pasado en esa casa significa felicidad absoluta y buenas energías.
Mi querida Palo Didi ya me lo dijo, "disfruta de ese paraíso en femenino" y así lo he hecho, y lo sigo haciendo, porque ya me he mudado, pero no puedo imaginar un sólo día sin entrar en "la casa amarilla" y mirar sus sonrisas eternas, y no puedo evitar sentirme afortunada por formar parte de esta gran familia que el gran Toni, al que cada día quiero y respeto más, ha creado en este rincón del mundo, este pequeño barrio 18 de Kathmandu, en el que la pobreza domina el ambiente, pero siempre acompañada de la esperanza que este hombre decidió traer hace unos años. Kumari House es ahora también mi familia, y la energía que eso me da, puede con todo, con los días más bajos, con la morriña, y con la incertidumbre de no saber qué pasará mañana.

Kanchi durmiendo en el salón de mi casa

Merienda en Kumari House

La adorable Junu

Les encantan las fotos!!

Y mi pequeña "sonrisa"... Muskan
Y bueno, quiero mandar un mensaje general: estoy bien, muy bien, muy feliz, con muchas cosas en la cabeza y tratando de disfrutar de cada momento que esta decisión que he tomado me pone por delante, de lo bueno y de lo no tan bueno, que no todo el monte es orégano!!jajaj. Pero la certeza de aprender y conocerme a mi misma me acompaña, y me siento crecer por dentro, y no me arrepiento ni una sola vez de haber dado este paso, a pesar de lo mucho que os echo de menos a todos, de saber que me estoy perdiendo momentos cruciales de algunas de vuestras vidas, como preparativos de bodas, premios literarios, nuevos contratos, primeros exámenes de la uni, bajadas de defensas...tenéis que saber que estoy ahí, que no os olvido y que cada día dedico un ratito a pensar en mi gente, y pensar en qué estaréis haciendo o si estaréis todos bien.
Os quiero, como siempre

lunes, 15 de febrero de 2010

Happy Shiva Ratri!

Namaste amigos...
aquí sigo en mi amado Kathmandu disfrutando de su gente y del buen tiempo...También intento disfrutar de los cortes de electricidad, más de 12 horas al día...solo tenemos unas horas por la mañana y otras por la noche...durante el día nada de nada, y cuando llega la electricidad por la noche los ciber ya están cerrados, y la comunicación se hace bastante difícil...
Bueno, el viernes pasado tuve la oportunidad de disfrutar de uno de los festivales más divertidos de Nepal: Shiva Ratri, que viene a ser la conmemoración del nacimiento de Lord Shiva, el dios más importante y poderosos de la religión hindú. Con motivo de este festival miles de hindus acuden a Pasupatinah, el templo dedicado a este dios, y por la noche encienden fuegos en cada esquina para bailar, cantar, y fumar marihuana. Los hombres la fuman y mujeres y niños la toman en infusión...y durante todo el día mires donde mires todo el mundo está fumando....es una locura. Así que alli que me fui, con Jose y Borja, un nuevo voluntario, y el espectáculo fue increible. Cientos de Shadus (hombres sagrados) tirados en cada esquina fumando y vendiendo marihuana, Pasupatinah hasta arriba de gente y todas las calles de los alrededores, cortadas al tráfico...
Miles y miles de personas rindiendo honores a su Lord Shiva a través de cuelgue propio de la marihuana local...
os dejo unas fotillos para que podais haceros una idea del panorama...bastante gracioso, la verdad.











El próximo sábado estaré en mi nueva casa, en cuanto esté instaada os la enseñaré, y a primeros de marzo empiezo las clases de inglés con las mujeres...a ver qué tal...

Namaste...

miércoles, 27 de enero de 2010

He llegado

Al fin llegue a Kathmandu.
Esta vez el paraiso se ha hecho esperar...Tres dias en el aeropuerto de Delhi, como una broma del destino que ha querido que este blog se fuera de vacaciones y regresara hablando del mismo tema.
Esta vez mas de lo mismo, con perdida de equipaje y un azafato enamorado con ramo de rosas incluido...si si, llegue a Kathmandu 3 dias tarde y sin maleta, pero con un ramo de rosas precioso!
y despues de un par de dias de locos entre reclamaciones y busqueda de maleta, y visitas a Kumari House con excursion incluida durante el sabado, decidi venirme a Pokhara, a ver si la paz de esta ciudad y su "lakeside" me ayudan a recuperar la calma perdida...junto a mi maleta...
Pero no pasa nada, si en dos semsnas mi maleta sigue perdida, la compagnia me dara la estupenda y admirable cantidad de 20 dolares/kg., que si lo comparamos con el precio del embutido que venia dentro (40 euros/kg) lo unico que provoca es una hilarante risa o una depresion absoluta. Tambien consegui que me dieran la compensacion por perdida de equipaje para que puedas comprar algo de ropa y productos de aseo basicos, cuanto? pues 50$ que vienen a ser unos 36 euros... en fin amigos, que comprendereis que entre unas cosas y otras no tenia yo el cuerpo para jotas ni mucho animo para ponerme a contaros la larga historia.
Esta vez he llegado a la conclusion de que este tipo de problemas es mejor no contarselos a nadie que no lo este viviendo, porque es entonces cuando te das cuenta de la locura que te rodea y el cabreo aumenta, seguido de la ansiedad (y yo sin lexatin!)
Hoy miercoles me he despertado con otra magnana soleada en Pokhara, lo que me alegra bastante, y me ayuda a poner en orden la cabeza, en unos dias volvere a Kathmandu a empezar la marcha de una vez, que ya es hora...
Pues eso, que estoy bien, llegue viva, con un ramo de rosas precioso entre mis manos y un cansancio inigualable...pero fui a Kumari House, subi las escaleras, y la normalidad me estaba esperando con la cena preparada...que mas se puede pedir???
Os voy contando....